Sanz se había tomado un tiempo pero finalmente ha respondido a la demanda de divorcio presentada por su exmujer en Estados Unidos, en la que le exigía una pensión de 40.000 euros e instaba al juez a embargar todos los bienes del cantante mientras durara el proceso judicial.
El artista, a través de un largo escrito, se dirigió hace unas semanas a la corte de Miami con el objetivo de que se desestime el caso alegando que él ya había presentado su propuesta de separación ante la justicia española el pasado 15 de abril.
Por su parte, el pasado 29 de mayo, Perera presentó la demanda solicitando que los bienes de Alejandro Sanz fueran embargadas por temor a que el artista dilapidara su fortuna junto a Rachel Valdés. Más de un mes después, el madrileño pidió más tiempo a la justicia estadounidense para responder a la demanda, haciéndolo finalmente casi dos meses más tarde de que Raquel abriera la vía legal.
Pero, en medio de todo este lío, se han detectado que muchos mensajes que Perera ha publicado en sus redes tienen una clara referencia a Sanz. Sin embargo, antes de eso, todo era bonito.
“Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será. Lo eterno tiene la complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones, sin destruir el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos. Nuestra familia está por encima de cualquier cosa… es diversa y bella, como la vida y así permanecerá. El mundo cambia, nosotros también, siempre amorosamente”, señalaban en un mensaje el año pasado.
Pero las indirectas de Raquel a Sanz no han parado desde entonces a través de su cuenta de Instagram, mayoritariamente en sus historias: “Para desamar primero hay que amar bastante”, “Mereces amor de sobra, no sobras de amor”. Otra frase lapidaria que recoge su Instagram es: “Muchos finales para un mismo cuento”.