Según la emisora catalana RAC1, Messi interrumpió sus vacaciones para tratar con Koeman su continuidad y reconocerle que, tras el nuevo fracaso europeo y cerrar el curso sin ganar ningún título, se ve "más fuera que dentro" del Barça.
Sin embargo, el '10' azulgrana también le habría dicho ser consciente de las dificultades que tendrá para dejar la entidad este verano. Y es que a Messi le queda un año más de contrato y su cláusula de rescisión es de 700 millones de euros.
Koeman quería entrevistarse antes que nadie con Messi y conocer de cerca el análisis de la situación del equipo tras el trago amargo de Lisboa. La opinión de Leo tiene una gran importancia para Ronald, como él mismo explicó en la rueda de prensa de presentación. Koeman escuchó al capitán y le transmitió también sus propias sensaciones. Al parecer fue un intercambio positivo a pesar de todo.
Pudiera haber humo blanco
La reunión terminó con mejor sabor de boca de cómo empezó, aunque el propio Messi quiere continuar meditando su futuro en los próximos días. Tiene un año más de contrato y en el Barça existe el convencimiento de que el argentino continuará sí o sí. Tampoco ha comunicado oficialmente que tenga la intención de marcharse. Solo se han percibido dudas.
En el Barça consideran fundamental que Messi se crea el proyecto de Koeman, ya que ha sido el eje y espíritu del equipo durante más de una década. Pero tampoco se trata solo de Messi; el Barcelona necesita una reestructuración especialmente de los jugadores de la plantilla de más de 30 años como Luis Suárez, Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergio Busquets.